13 de febr. 2013

Dawn's Death To Dusk, de Cut The End (cast.)

Llegir en català Dawn's Death To Dusk, de Cut The End


Ahora ya hace unos dos años que sacamos este disco y unos cuantos más que lo empezamos a gestar. Este tiempo me ha servido para coger una distancia, no diré objetiva, pero sí suficiente como para analizarlo con profundidad y ver sus puntos fuertes y sus flaquezas. No sé si esto de hacer una crítica de la obra de uno mismo es adecuado porque puede parecer que en momentos me esté auto-felando, pero mi única pretensión es hacer un análisis profundo para mejorar próximas creaciones y hacer público un punto de vista interno para quien le pueda interesar.




Dawn’s Death To Dusk se clasifica a sí mismo como Post Death Metal. Esta premisa se justifica por la inclusión, dentro el disco, de dos temas tan distintos como Born from the earth y The sound of fallen Leafs, uno que se podría clasificar dentro del Post Metal y el otro que se podría incluir en el Death Metal. En este punto ya nos podemos plantear una pregunta: ¿esta es una razón suficiente como para poder considerar que el estilo del disco es Post Death Metal? La verdad es que no tendría por qué. Que un disco incluya muchos estilos diferentes no suele convertirlo en un disco original, sino más bien en un disco desordenado donde los componentes no han sabido filtrar bien sus influencias. Nosotros, cuando nos planteamos el disco, ya lo sabíamos, por lo tanto decidimos concebir el álbum como un trayecto del Post al Death. ¿Lo conseguimos? A medias.

Born from the earth se inicia con unos recursos muy próximos al Rock Progresivo, sobre todo por influencia de Pink Floyd: un arpegio que se repite, la entrada de un solo y la subida gradual de intensidad hasta que entran todos los instrumentos; la progresión del principio se desarrolla perfectamente y las estrofas son adecuadas. El estribillo puede recordar a algún fragmento de algún otro grupo de Post, pero es lo suficientemente original como para que no pueda identificarse uno concreto, y el final hace gala una épica muy acertada para una pieza de estas características. 

La gran virtud de esta canción es que se desarrolla despacio y sin sobresaltos, todo fluye hacia un lugar concreto y la intención de llegar a este final queda clara desde el minuto 0. De hecho la dirección está tan clara que a medio tema incluso cambiamos a tresillos para preparar el terreno para la entrada de Treason, pleasure & pain.

Born se ha convertido en el single del disco, si se puede decir que el disco tenga single. Una canción que, por su duración, no tiene una gran cantidad de voces, lo que la hace más accesible a todas las personas poco acostumbradas a los gritos guturales. Al mismo tiempo es la más lenta y la que contiene más pasajes agradables de escuchar. 

Treason, pleasure & pain comienza con un riff muy rítmico que puede recordar a Gojira, aunque en realidad la idea está sacada de un tema de Vader y tiene bastante mérito haberla sabido integrar aquí. Esta es una buena canción de tralla, con una estructura que funciona: una estrofa original donde se combinan dos voces (a las que se les puede criticar un inglés demasiado catalán) y un estribillo melódico que prepara lo que vendrá después: unos acordes colgados y la introducción de un riff Death Metal al más puro estilo At-The-Gates. Después de este riff acabamos con un riff rítmico resultón y muy potente que combina compases 4/4 y 3/4.

Este tema es muy curioso porque aunque pueda recordar a Gojira (alguien incluso nos ha dicho que a Entombed) tiene un aire muy particular y nada desencaminado para llevar a cabo la propuesta inicial del álbum de combinar Post y Death. Por ejemplo, la segunda estrofa, rítmicamente, se asemeja a Cult Of Luna, pero está hecha de una manera bastante diferente como para que la semejanza pase desapercibida y se aleje del Post estándar. 

Tal y como dice siempre en Giri, “estos primeros veinte minutos de disco son espectaculares” y logran el objetivo propuesto desde el principio: has empezado escuchando una canción que se parecía a Pink Floyd y sin saber muy bien cómo estás escuchando una riff que es rollo At-The-Gates. Hasta aquí el disco es correcto (a nivel compositivo). 

En este momento entra Las malheurs de la vertu. Empieza a un tempo donde la velocidad de las corcheras coincide con la de los tresillos de Treason, una buena idea para enlazar un tema que va a otro tempo sin que se note un cambio brusco. El primer riff se repite muchas veces con pequeñas modificaciones a modo de introducción; no sé si una introducción de estas características era la más acertada después de veinte minutos seguidos de música. A continuación pasamos a unos colgados demasiado forzados para ir a parar a una estrofa que tampoco acaba de funcionar. La inclusión aquí de un ritmo acelerado canta mucho y el estribillo de la canción pierde el sentido. A estas alturas ya no se puede justificar el trozo del principio y el cambio de compás del próximo riff no viene nada a tono. 

Si me fijo en la descripción que acabo de hacer me doy cuenta que todas las virtudes que había alabado de las anteriores canciones son inexistentes. De hecho, en esta, pasa todo lo contrario: el riff del principio no conduce hacia todo aquello que ha de venir y todos los fragmentos aparecen a trompicones. No es hasta que entramos a la progresión 3/4 que el tema se vuelve interesante, pero esta ocupa un cuarto o menos del tiempo total. Aquí se puede llegar a comprender la razón de ser del riff rítmico a 3/4, pero nos olvidamos de justificarlo antes, que era cuando hubiera hecho falta para que una vez entráramos aquí se entendiera la razón. De hecho, aquí admitimos implícitamente que si lo hemos puesto antes es porque sabíamos que después teníamos que entrar con este trozo y no sabíamos cómo hacerlo.

Al salir de la progresión hay otra estrofa, unos tupás demasiado gratuitos y un riff repetitivo que no está mal pero que ahora ya no se aguanta. 

Les Malheurs de la vertu no es una mala canción pero no es apropiada para este álbum. Si el disco hubiera tenido ocho canciones seguramente hubiera quedado más bien integrada, pero con tan pocas canciones se convierte en el eje y uno de los principales problemas es que en su momento no fuimos conscientes de la importancia que tenía. Es la canción que une las dos partes (Post-Metal y Death-Metal) y la que ocupa el lugar central, y en cambio es la que se hace más pesada. Debía que combinar con gracia todos los elementos quisiéramos enseñar en este álbum, y lo que realmente hace es entorpecer la escucha. Nos encontramos con una canción que es uno de los grandes problemas del disco y es la que dura más. 

The sound of fallan leafs contiene todas las características del Death Metal: los riffs son súper tralleros y elaborados, la estructura es ideal y la voz de Ivan queda brutal. El problema: este no es el disco donde debía estar. Cuando entra ya no tiene razón de ser y nosotros nos deberíamos haber dado cuenta antes. Además, por culpa del sonido más bien suave que se dio a todo el disco, se le resta mucha tralla. Esta canción, grabada como se graba normalmente el Death Metal, sería un hit. Pero no debía ir aquí. 

Expired shortest distance combina perfectamente los elementos del Death y del Post Metal: la estrofa tiene un riff más bien Death con unas voces emotivas, la combinación de voces en el estribillo es muy efectiva con la melodía que hacen las guitarras. La estructura se repite hasta la tercera vuelta, que viene seguida de un juego de guitarras que está en el umbral del Death y de la melodía Post que todavía ahora me sorprende. El fragmento siguiente es uno de los que más me gustan del disco. Es muy del estilo Isis o Pelican, donde los toms cobran mucha importancia, y repetimos lo mismo durante mucho rato para que cuando entremos con la tralla todo coja mucha épica. En este último trozo la línea melódica de la guitarra me parece muy buena y estoy muy satisfecho con el juego de voces que pusimos a continuación. El final con la repetición del riff muy trallero y la batería aumentando la velocidad de la caja me parece una muy buena manera de terminar.

El problema: Expired queda totalmente eclipsada por las dos canciones que la preceden y cuando llega el disco ha dejado de interesar. Al mismo tiempo, puesta después de The sound, queda como un parche que no sabíamos dónde colocar y que finalmente terminó a finales de disco. Verla así es restarle mucha importancia porque esta canción es igual de buena que Born y quizá hasta tiene un poco más de gracia por estar en un terreno muy inclasificable.

Tuvimos muy claro que tenía que cerrar el disco por el tipo de final que tiene, y de hecho seguramente acertamos, pero no contamos con hacer unas canciones previas que condujeran a ella.


A la pregunta del principio de si conseguimos crear este itinerario por los estilos la respuesta sigue siendo "a medias". Las dos primeras canciones funcionan muy bien, la tercera y la cuarta, sin ser malas, no encajan correctamente, y la última llega demasiado tarde.

Otras cuestiones del disco son, por ejemplo, las voces, que tienen poca fuerza, sobre todo las mías. También tienen timbres demasiado diferentes que no acaban de encajar y cuando oigo como canté me odio porque no es un grito sincero y evidentemente no era el más acertado.

La sinceridad (Nota 1) es un elemento que le falta mucho a este disco, porque ni las guitarras suenan directas, ni la batería suena fuerte, ni el bajo destaca en ningún momento. Esta carencia la atribuyo a dos problemas básicos: el sonido es poco trallero pero al mismo tiempo suena todo demasiado definido. Por poner ejemplos: los discos de Cult Of Luna no son excesivamente tralleros pero todo se esconde detrás de una capa de suciedad que los hace sonar guarros y que les otorga una frialdad agresiva, y gran parte de la gracia es que los instrumentos no suenen definidos. En cambio, cuando los instrumentos se definen bien y se hace todo súper clavado, es necesario un sonido brutal porque tienes que suplir la carencia de sinceridad con la tralla extrema. Nosotros combinamos los defectos de sonar limpios y los defectos de sonar poco tralleros.

Ya para terminar creo que nos dejamos atrapar por la idea de hacer que el disco llevara de un estilo a otro y nos olvidamos de saber discernir qué debíamos poner y qué no. En el momento lo vimos muy claro, y lo encuentro totalmente normal porque llevábamos mil años encerrados en el local haciendo esto y el proceso nos cegó. Estoy orgulloso de haber participado en su creación y no renegaré nunca de ello, pero tengo muy claro que es un disco con demasiados errores como para ser considerado un disco bueno dentro de cualquier panorama.

Soy consciente de que mi gusto a cambiado desde que compusimos estos temas y que ahora, por ejemplo, estoy convencido de que la música, por encima de todo, debe ser emotiva (supongo que es culpa de estos colegas emos que me han contagiado la necesidad de dejar la vida en cada grito). Ahora me doy cuenta de que nos sometimos a esta idea de calidad (tanto técnica, como de sonido, como estructural) y nos olvidamos de que la música debe expresar algo. Es un poco jodido reconocer que un tema de los Pixies, hecho con una base de bajo de tres notas y una batería tocada con el nabo, tiene muchísima más fuerza que nuestro disco entero, pero es cierto. De todos modos espero poder aplicar este aprendizaje en un futuro.

No acabaré sin reconocer que esta es una obra concebida con una idea de base y creada a través de una premisa muy artística con una voluntad muy clara de intentar aportar algo positivo al Metal, estilo que a veces se queda estancado por falta de base teórica y de reflexión. Diciendo esto no quiero justificar los errores que hicimos porque ya los he enumerado y han quedado muy claros, pero también hay que tener en cuenta que en el momento en que se plantea un reto así las probabilidades de fallar también aumentan muchísimo.

Desde un punto de vista personal puedo concluir que esta es una obra, por encima de todo, de aprendizaje, que no estaba destinada a servir de mucho más que de ayudarnos a enfocar el nuevo disco (Nota 2).

Nota 1: cuando me refiero a "sinceridad" no quiero decir lo hiciésemos de manera falsa, sino hay como una carencia de sentimiento que provoca que que parezca demasiado frío.

Nota 2: después de reflexionar ya no estoy tan seguro de esta afirmación.

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